15 abril 2013

OBJETIVO: agricultura campesina, alimentos saludables, lucha contra la pobreza y respeto al medio ambiente ¡Ahí es nada!

Las mujeres de Vía Campesina han estado trabajando activamente para fortalecer sus luchas y
campañas dentro del movimiento. 

¡Cuánto movimiento ahí abajo! Campesinos y campesinas de todo el mundo, ecologistas, consumidores… Se organizan marchas y protestas, pero también mesas informativas y debates. El tema parece importante: el 17 de abril se conmemora el Día Internacional de las Luchas Campesinas.


La Vía Campesina (movimiento internacional que agrupa a millones de campesinos y campesinas) denuncia que la tierra ha entrado a formar parte de los mercados especulativos. Inversores privados y multinacionales acaparan grandes extensiones de tierras en África, en Brasil, en Filipinas… desplazando –y empobreciendo– a las comunidades locales.

En países de América Latina la soja transgénica, que se destina a producir agrocombustibles o piensos para el ganado, invade tierras en las que antes se cultivaban alimentos para el consumo. Además, utilizan herbicidas muy tóxicos que están produciendo enfermedades en la población local.

España es el único país de la Unión Europea que cultiva transgénicos a gran escala.
Hay más ejemplos, pero me basta para ver que ese no es el camino. El objetivo de la agricultura tiene que ser producir alimentos saludables y proporcionar un medio de vida digno a campesinos y campesinas. Hay que cambiar el rumbo, a ver cómo podemos colaborar:

- En España del 15 al 21 de abril se celebra la V Semana Estatal contra los Transgénicos y por la Soberanía Alimentaria con un montón de actividades.

Incluso puedes enviar tu foto diciendo ¡No quiero transgénicos! (yo ya la he enviado).

- Desde México nos llega una petición para defender el maíz tradicional frente al intento de Monsanto y otras multinacionales de introducir maíz transgénico. ¡Fírmala!

- Además, La Vía Campesina nos cuenta lo que se está organizando en otros países, bajo el lema ¡globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza! Suena bien, ¡eh!